El uniformado Gustavo Florentin, principal sospechoso del asesinato del dirigente liberal Rodrigo Quintana en la sede partidaria seguirá en presión por disposición de la jueza Cinthia Lovera.
A criterio de la magistrada, «está latente el peligro de fuga o de obstrucción a la investigación penal». Durante la audiencia de revisión de medidas, consideró además insuficiente el arraigo planteado por la defensa del uniformado.
Con esta decisión, pese a supuestas amenazas recibidas por Florentín por parte de sus propios camaradas de la Agrupación Especializada, el mismo seguirá en prisión en el sitio.