La senadora por el Frente Guasu, Esperanza Martínez, denunció ante el pleno del Senado «una campaña» generada desde grupos económicos de poder para instalar un ambiente de presión contra personas y organizaciones con el objetivo de censurar ideas y proscribir a quienes piensan diferente.
Martínez celebró sin embargo que esta campaña de amenazas y presión, sea una excusa para debatir a nivel parlamentario, sobre los problemas estructurales e históricos que aquejan al Paraguay.
Manifestó que el modelo patrimonialista de la dictadura stronista estuvo acompañado por sectores económicos poderosos, que se acomodaron al dictador para recibir beneficios y utilizar al Estado para sus negocios. Refirió que ese modelo no se acabó con la caída de la dictadura y muestra de esto es que nunca se recuperaron las tierras malhabidas ni el dinero producto de la corrupción.
Finalmente expresó que es comprensible que los sectores poderosos presionen, pero que lo que debe ser analizado es si esa presión responde a intereses generales de toda la sociedad, o responde sólo al propio beneficio de una minoría.
