A nivel nacional, se presenta un descenso de casos COVID-19, pero estos se siguen registrando y es una situación volátil, que en cualquier momento puede volver a subir, hecho que preocupa al Dr. Guillermo Sequera, titular de la Dirección General de Vigilancia de la Salud.
El Dr. Sequera indicó en conferencia de prensa que, los casos hoy, ocurren por fuera de las grandes ciudades, el virus está saliendo de las zonas urbanas y está afectando a distritos alejados, a las compañías y comunidades donde el acceso al sistema sanitario es más difícil. Ante la situación, es clave respetar las medidas sanitarias y acceder a la vacunación en el momento que corresponda.
En este sentido, el departamento Central refleja cuatro semanas en el descenso de casos. Así también, Capital. Cabe mencionar que, el epicentro de la pandemia siguen siendo estas dos regiones, pero están marcando un descenso importante.
Igualmente, Caaguazú presenta tres semanas consecutivas de disminución, al igual que Alto Paraná y Guairá. En cuanto a Caazapá, aún se deben esperar más semanas para hablar de baja de casos.
En el sur del país, Itapúa marca un descenso abrupto, casi un 50% menos, pero para poder hablar de un descenso real, se debe mantener el patrón por esta semana. Por su parte, Paraguarí también presenta declive, y en el caso de Misiones y Ñeembucú, presentan un leve aumento de 7% y 3%.
En el eje norte, los departamentos de San Pedro, Concepción y Canindeyú están en descenso. Sin embargo, Amambay muestra un repunte de casos, dicho sea de paso, el más importante entre todos los departamentos.
En cuanto al Chaco, Presidente Hayes, cuya situación preocupaba, registra una disminución de COVID-19. Boquerón muestra mismas señales y Alto Paraguay se mantiene estable en el número de contagios.
Durante la actualización epidemiológica, se dio a conocer que en los últimos 14 días se han registrado casos en 247 de los 259 distritos, esto corresponde al 95% del total país. De estos, existen 92 distritos con nivel 4 de transmisión comunitaria, la más alta.
Igualmente, las llamadas al 154 también han disminuido, de 5.000 y 4.500 llamadas que se recibía por día, ahora se tienen 2.500 y 1.500.
Según datos del Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias (SEME), la solicitud de pacientes a sala y a terapia también presentan un ligero descenso.
Histórico de hospitalizados por COVID-19
De tener más de 4.000 personas internadas, ahora se refleja un descenso, rozando los 3.000 hospitalizados, al igual que, en terapia con un descenso un poco más lento.
Mortalidad del personal de blanco
En los más de 80 fallecidos, que respecta al personal de blanco, una vez iniciada la campaña de vacunación, murieron alrededor de 19 que ya contaban con la primera dosis de anticovid, y 3 fallecidos que ya contaban con las dos dosis.
Al revisar la historia clínica y los casos de estas personas que ya contaban con las dos vacunas, se dio a conocer que, las personas estaban incubando el virus al momento de la vacunación, dieron COVID-19 positivo después de vacunarse.
Al respecto, el Dr. Guillermo mencionó que la curva de fallecidos sigue sumando, pero no hay más personal de blanco, «el personal de blanco que fallece es el que no se han vacunado».
Factores más asociados a la mortalidad del país
En los fallecidos por COVID-19, menores de 50 años, según el registro, prácticamente el 50% presentaba enfermedad cardiovascular, en segundo lugar la obesidad y en tercer lugar la diabetes. En cuarto lugar están otras patologías como cirrosis, enfermedades hepáticas, enfermedad renal crónica, EPOC, algún tipo de cáncer, inmunosupresión y neuropatía.
En cuanto a los fallecidos hipertensos, prácticamente el 80% tenía sobrepeso y obesidad. Entre los que presentan exceso de peso y obesidad, la mitad presenta comorbilidad.
Por otra parte, de todos los que fallecieron hasta ahora, el 70% tiene más de 60 años, el 30% restante tiene menos de 60 años.
