En el marco del Conversatorio Jurídico sobre “La violencia de género en la justicia penal: desde la perspectiva del Ministerio Público y de la Defensa Pública”, la defensora general María Lorena Segovia Azucas durante su exposición resaltó que «los estereotipos de género influyen negativamente en la investigación de los feminicidios, según resultados de estudios realizados al respecto».
Cabe destacar que el evento fue organizado por la comunidad Inspiring Women In Law (IWL).
En este contexto, la Defensora General recordó que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sostuvo que el estereotipo de género es una «pre-concepción de atributos o características poseídas o papeles que son o deberían ser ejecutados por hombres y mujeres respectivamente».
Indicó que también puede asociarse la subordinación de la mujer a prácticas basadas en estereotipos de género que dominan y persisten en la sociedad, situación que se agrava cuando los estereotipos se reflejan -ya sea de manera implícita o explícita- en políticas y prácticas, en particular aquellas desplegadas por parte del sistema de justicia.
Dijo que se asume que «la creación y uso de estereotipos se convierte en una de las causas y consecuencias de la violencia de género en contra de las mujeres». Comentarios que giran en torno a que «las víctimas se habrían ido con su novio o que tendrían una vida reprochable y la utilización de preguntas en torno a la orientación sexual de las víctimas» constituyen estereotipos, refirió la Titular del Ministerio de la Defensa Pública.
La Defensora General manifestó que en los casos resueltos por la Corte IDH, en lo que analizaron como los estereotipos de género y cómo estos influenciaron en la impunidad de los crímenes se determinó que en el caso de la violencia contra las mujeres constituyó una forma de discriminación. Refirió que por razón, el Estado viola el deber de no discriminación contenido en el artículo 1.1 de la Convención Americana, en relación con el deber de garantía del derecho a la vida, a la integridad personal y a la libertad personal en perjuicio de las víctimas; y en relación con el acceso a la justicia en perjuicio de las y los familiares de las víctimas.
Resaltó que la víctima de violencia también posee, al igual que la persona imputada, el derecho a una sentencia motivada y fundada, lo cual se desmorona ante fundamentaciones judiciales basadas en estereotipos de género y, en particular, en los estereotipos de las «buenas víctimas».
La Defensora General concluyó señalando que “es imprescindible que como mujeres del derecho realicemos el esfuerzo de ir advirtiendo cada uno delos estereotipos que impiden un juicio justo para las mujeres víctimas de violencia”.
En el conversatorio también disertó la fiscal adjunta de la Unidad Especializada contra la Violencia Familiar, Artemisa Marchuk.