El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, expresó su deseo de que no haya más derramamientos de sangre en la lucha por los ideales y el anhelado progreso en el norte. Fue durante el acto en homenaje al quinto aniversario de fallecimiento del personal militar en Operaciones de Defensa Interna.
La actividad se desarrolló este viernes en el Monumento a los Caídos, Calle 18, Núcleo 6, en el distrito de Arroyito, en el departamento de Concepción.
Durante su discurso, el presidente también recordó a muchos otras personas que fueron víctimas de la violencia en el país, como el caso de los militares y policías.
Asimismo expresó su solidaridad con doña Obdulia Florenciano, madre del suboficial Edelio Morínigo, secuestrado por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), en el 2014, quien estuvo presente en el acto. Así como a los otros familiares de los secuestrados; el ganadero Félix Urbieta (2016) y el exvicepresidente Óscar Denis (2020).
“Mi solidaridad con el pueblo que busca su redención y que somos todos. Los nombres de esos oficiales que están ahí son hijos de nuestro pueblo, gente que se enroló en esa vocación de servir a la patria para defender nuestra nación”, indicó.
El jefe de Estado mencionó que la solidaridad y el compromiso deben ir de la mano para evitar más derramamientos de sangre en la lucha por los ideales y el anhelado progreso en el norte del país.
Al respecto, puso de relieve los desafíos para construir una sociedad inclusiva, justa e igualitaria, que traiga aparejado el desarrollo integral que requiere la democracia para sobrevivir como modelo de vida.
En esa misma línea, el gobernante abogó por una democracia llena de contenidos y de realizaciones, donde todos puedan formar parte para que la misma pueda estar cada vez más robustecida, en base a realizaciones y no meras palabras.
“Mi presencia no obedece a ningún oportunismo o mi condición de presidente de la República, obedece a un convencimiento sobre la importancia y el sacrificio de quienes están aquí lejos de su familia”, alegó.
Además enfatizó que “nuestra democracia tiene amenazas permanentes, y esas amenazas no son exclusivamente desde un sector ideologizado, sino también desde el crimen organizado”.
“Ni una gota de sangre derramada por un paraguayo vale la pena ni podemos decir que es un éxito y en homenaje a esos nombres y muchos otros hijos del pueblo que buscan su redención, de vuelta a tres años de nuestra gestión vuelvo hacer ese mismo llamado que hice en campaña y cuando asumí, esa invitación al diálogo, a la tolerancia y al perdón”, expresó Mario Abdo Benítez.
Reconoció que hay deudas históricas que deben ser saldadas, no obstante recalcó que la violencia no es el camino. “Debemos reconstruir esa confianza al interior de nuestra sociedad para que el sufrimiento y la historia de dolor tenga un final, pero que ese final no sean más enfrentamientos”, agregó finalmente.