La utilización de buses eléctricos en el transporte público fue tema de debate, igualmente, en el espacio de los oradores de la sesión ordinaria de la Cámara Baja.
La primera en pronunciarse fue la diputada Kattya González, quien adelantó la presentación de un proyecto de declaración que busca blindar los fondos sociales de las entidades binacionales, monto que asciende a más de USD 100 millones, y destinar ello a la compra de buses eléctricos.
“Teniendo en cuenta las hidroeléctricas y la posibilidad de lograr energía limpia y renovable, la gente no puede se
guir padeciendo el transporte público. Este no es un proyecto populista, lo populista es aprobar subsidios y no tratar de cambiar la matriz de energía para dignificar el transporte público”, indicó.
Propuso la reducción del 36 % de buses a combustible y la compra de unas 300 unidades de buses eléctricos, con los mencionados fondos, así como sus terminales y mantenimiento.
Aseguró que con el alquiler al sector privado de dichos buses, se podría lograr un retorno del 100 % de la inversión.
En la misma línea se manifestó el diputado Hugo Ramírez. Hizo hincapié en la importancia de modificar el sistema de transporte para el bien del ciudadano.
El parlamentario Celso Kennedy, a su turno, sostuvo que el camino correcto para dar un cambio real en el sistema del transporte público, es mediante la aprobación de una ley que permita sustituir, a largo plazo, los buses de combustible por los eléctricos.
“Se puede prohibir la exportación de buses nuevos que usen combustible. A la par, ofrecer un incentivo de importación para buses eléctricos”, añadió.
Luego, el legislador Edgar Acosta, dijo que recurrir a préstamos para sostener los subsidios al combustible, es nefasto y lamentable.
También habló de la importancia de fortalecer la Comisión Nacional de Competencia, para mejorar los mecanismos de control.
