El senador Fernando Silva Facetti junto a varios de sus colegas presentó dos proyectos de Ley, con la finalidad de otorgar a los organismos de seguridad el marco jurídico para la protección de la soberanía territorial paraguaya.
En ese contexto, el primer documento plantea la modificación de los artículos 2º, 5º, 6º y 7º de la Ley Nº 5400/2015 `De vigilancia y protección del espacio aéreo paraguayo”, con el objetivo de habilitar a las fuerzas aéreas paraguayas el derribamiento de aeronaves que infrinjan el espacio aéreo, luego de una serie de procedimientos previos que se deben cumplir para tomar dicha determinación.
Es propicio remarcar que, durante la presidencia de Federico Franco, en el año 2013, ya se había planteado el derribo de aviones, sin embargo, luego de una discusión en ambas cámaras del Congreso Nacional se resolvió testar dicho procedimiento.
“En esta ocasión, y acorde a los tiempos vividos, creemos urgente dotar del marco jurídico a las fuerzas de seguridad a fin de proteger nuestra soberanía territorial, teniendo en cuenta que grupos criminales están utilizando esta vía para el ingreso de cocaína a nuestro país, utilizándolo como centro de acopio para su envió a países europeos”, puntualizó el legislador.
Por otra parte, fue presentado el proyecto “Que implementa la obligatoriedad de adquisición y puesta en funcionamiento de radares primarios fijos con alcance para cubrir y resguardar todo el espacio aéreo nacional”, el cual tiene por finalidad establecer el control efectivo de todo el espacio aéreo nacional, a fin de evitar el ingreso de aeronaves de forma irregular, que puedan estar involucradas en el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes y todo lo relacionado al crimen organizado y delitos conexos.
Es importante recordar que presuntamente la cocaína que llega a Paraguay proviene principalmente de países andinos (Bolivia, Colombia y Perú). Con una amplia frontera seca en la zona del Chaco, los traficantes emplean varios medios para ingresar la pasta base a nuestro territorio.
De ser un lugar de mero tránsito para el acopio y traslado hacia los mercados brasileños y europeos, los traficantes han aumentado sus cadenas de ganancias refinandolas en laboratorios locales, por lo general ubicados en Pedro Juan Caballero, Ciudad del Este o Saltos del Guairá, aunque también se han encontrado laboratorios en Asunción y el departamento Central.
Fuente: Senado
