La Cámara de Diputados, en sesión extraordinaria, resolvió suspender las sesiones virtuales y volver a las sesiones, exclusivamente, presenciales, como antes de la pandemia. Para ello modificó los artículos 1°, 31, 37, 110, 125, y 126 del Reglamento Interno que rige el accionar de la Cámara de Diputados.
Es importante mencionar que fueron analizados dos proyectos con el mismo tenor, presentado, por un lado por la diputada Celeste Amarilla, y por otro, por los diputados Basilio Núñez, Tadeo Rojas, Kattya González, y Edgar Acosta.
En el Art. 1° se procedió a testar la autorización, excepcional, para la realización de sesiones por el sistema de videoconferencias o sesiones virtuales.
En Art. 31, específicamente, en el inciso i), que trata de los deberes y atribuciones especiales que tiene el presidente, se suprime todo lo referente a la convocatoria fuera del recinto parlamentario (que se establecía en el Art. 1°), o a las sesiones por el sistema de videoconferencia o en los casos de fuerza mayor.
En lo referente al Art. 37, se deja de lado el tercer párrafo que fue introducido para permitir que las sesiones sean, indefectiblemente, presenciales para casos específicos de juicio político, intervenciones, interpelaciones y sanciones a diputados.
También se tachó del Art. 110 la posibilidad de realizar una moción desde un dispositivo de participación virtual, mientras que del Art. 125, se testó la posibilidad de las votaciones por medios mecánicos o electrónicos a través de las tarjetas de color rojo, verde o amarillo.
Finalmente, del Art. 126, se suprimieron el segundo y tercer párrafo, que normaban las votaciones nominales para los diputados para participaban, de manera virtual, de las sesiones.
“El presente proyecto obedece a la necesidad de reestablecer, totalmente, la modalidad presencial en todas las sesiones de la Cámara de Diputados, teniendo en cuenta que no se justifica seguir sesionando virtualmente, debido que la pandemia ya finalizó y que la situación genera todo tipo de inconvenientes”, dice parte de la exposición de motivos que presentó la diputada Celeste Amarilla.
“La situación que motivaba la virtualidad ha desaparecido, por lo que consideramos que es necesario revertirla y volver así a la presencialidad de las sesiones ordinarias y extraordinarias”, dice, por otro lado, el otro grupo de parlamentarios.
La decisión fue adoptada por amplia mayoría, ya que todos coincidían que la sesión virtual ralentiza el proceso de votación y propicia la violación del Reglamento Interno, ya que, muchas veces, resulta imposible, realizar un control adecuado de la participación y votación de los parlamentarios. Fuente: Diputados