La SENAD a través de filtros operativos aplicados en el Silvio Pettirossi, a fin evitar la salida e ingreso de drogas, detectó que paquetes de gran tamaño provenientes de California, Estados Unidos, presentaban señales sospechosas, por lo cual fueron retenidos y enviados a la Oficina de Atención Permanente del Palacio de Justicia para inspección. Tras la apertura hallaron hachís oculto en mesadas y conservadora.
Los envíos fueron confiscados en el momento en que los Agentes de la SENAD conjuntamente con funcionarios de la DINAC monitoreaban la zona donde se almacenan las encomiendas. En el sitio fueron separados tres paquetes.
Para determinar la presencia de algún tipo de sustancia ilícita en el interior de las cajas, estas fueron abiertas. Dos guardaban bloques de madera maciza tipo mesada. Para su verificación los agentes recurrieron a herramientas de corte dada la resistencia del material y en su interior hallaron paquetes con hachís.
Una tercera encomienda fue examinada, la misma consistió en una conservadora en cuyas paredes se encontraban alojados paquetes de la misma droga.
En total entre los tres envíos provenientes de California fueron detectados unos 29 kilos de hachís.
Según las indagaciones, el destino final de las encomiendas era la Triple Frontera, zona en el que la droga procesada el laboratorios de Estados Unidos para elevar el THC encuentra gran receptividad.
