El Gobierno de Estados Unidos sancionó este miércoles al ex presidente de Panamá, Ricardo Martinelli (2009-2014) y lo acusó de estar involucrado en “corrupción a gran escala”.
En un comunicado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, señaló al ex mandatario por haber “recibido coimas a cambio de contratos indebidamente adjudicados” durante su mandato.
Estas acciones, señaló Blinken “socavan la integridad de las instituciones democráticas de Panamá”.
Las sanciones, detalla el comunicado, también se extienden a sus “familiares cercanos”, prohibiéndoles la entrada a territorio estadounidense.
“Martinelli aceptó sobornos a cambio de adjudicar indebidamente contratos gubernamentales durante su mandato como presidente” lo que hace a “Martinelli y a miembros de su familia inmediata inelegibles para entrar a los Estados Unidos”, señaló Blinken.
El ex mandatario panameño es una de las 36 personas que fueron llamadas a juicio el pasado noviembre en Panamá por blanqueo en el caso de los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, el mayor episodio de corrupción en la historia del país.
Los hijos del ex presidente Martinelli, Ricardo Alberto y Luis Enrique, fueron excarcelados el martes después de haber cumplido una condena en EEUU por participar “en pagos de sobornos hechos por y bajo la dirección de Odebrecht” por un total de 28 millones de dólares.
Ambos partieron desde el aeropuerto de Newark (Nueva Jersey) custodiados por agentes del ICE, el servicio de inmigración estadounidense, indicó su abogado, Carlos Carrillo.
Los hijos del ex gobernante están imputados en Panamá por otro escándalo conocido como “Blue Apple”, una trama para el cobro de comisiones para agilizar contratos durante el gobierno de Martinelli (2009-2014), quien aspira a postularse nuevamente a la presidencia en los comicios de 2024.
En la audiencia en la que se anunció el fallo, los abogados de los hermanos, que se habían declarado culpables de los cargos que les imputaba la fiscalía estadounidense, acusaron al ex presidente Martinelli (2009-2014) de haberles inducido a cometer los delitos.
El Órgano Judicial de Panamá había asegurado hace unos días que los hermanos ingresarían a la cárcel a su regreso, luego de que un tribunal rechazara las solicitudes de sus abogados para “suspender la orden de detención” que pesa en su contra.
“El ministerio público está con amplias expectativas de que estas dos personas (…) enfrenten la responsabilidad penal que se les está indilgando”, señaló el martes el fiscal jefe de Panamá, Javier Caraballo.
Pero este miércoles, el abogado Carrillo afirmó que los hermanos Martinelli “no pueden ser detenidos” en Panamá porque pagaron cada uno siete millones de dólares en fianzas: dos millones por el caso Odebrecht y cinco millones por el de “Blue Apple”.
Los medios panameños habían especulado que los hermanos Martinelli llegarían a Panamá este miércoles en la noche. Junto con su padre, deben ahora rendir cuentas ante la justicia panameña en las audiencias por el caso Odebrecht.
En julio de 2017, Odebrecht firmó con la Fiscalía panameña un acuerdo para pagar en 12 años una multa de 220 millones de dólares al Estado, el cual no se está cumpliendo.
Además de los casos en Panamá por presunto blanqueo, el ex mandatario es investigado en España por un caso de presunta corrupción por sobornos que la constructora FCC confesó haber pagado en Panamá, y por otro por supuesto espionaje a una mujer en Mallorca.
Los hijos de Martinelli huyeron de Estados Unidos el 25 de junio de 2020 en un barco hacia Bahamas, donde abordaron un avión privado para viajar a Panamá.
Sin embargo, al estar bloqueado el ingreso al país por la pandemia de covid-19, terminaron en El Salvador, desde donde cruzaron por tierra a Guatemala. Allí fueron finalmente detenidos el 6 de julio de 2020, cuando pretendían viajar en un vuelo privado a su país.
La justicia estadounidense los acusó de utilizar los bancos de este país para cometer su fraude “egoísta y avaricioso”.
El 21 de diciembre de 2016, Odebrecht se declaró culpable ante el mismo tribunal de Brooklyn que condenó a los Martinelli, de haber distribuido más de 788 millones de dólares en sobornos a jerarcas gubernamentales, diversos funcionarios públicos y partidos políticos, básicamente en América Latina, para conseguir y retener obras de infraestructuras principalmente.
En Panamá, donde Odebrecht construyó las dos líneas del metro del área metropolitana, la ampliación del aeropuerto de Tocumen y varios tramos del paseo marítimo de la capital, entre otras obras millonarias, la multinacional reconoció haber pagado 59 millones de dólares en coimas.
Por este caso, también está llamado a juicio, a celebrarse en agosto, el expresidente Martinelli, de 70 años, quien niega haber recibido “ningún real mal habido” y afirma que todo se trata de “un circo político” para evitar que se postule nuevamente a la presidencia.