Durante la homilía en la misa en la que asumió como nuevo arzobispo de Caracas, el cardenal Baltazar Porras reclamó por el respeto a los derechos humanos y una Justicia imparcial en Venezuela.
“Sueño con una iglesia caraqueña promotora y defensoras de la vida desde la concepción hasta su desenlace natural en una patria en la que los derechos humanos sean respetado y defendidos, en la que desaparezca todo abuso y tortura y la justicia sea realmente pronta e imparcial”, afirmó Porras en su duro discurso contra el régimen de Nicolás Maduro.
Además, Porras aseguró que desea ver al pueblo venezolano “caminando juntos”: “Sueño que seamos pueblo que camina juntos, compartiendo responsabilidades, sin privilegios hirientes que llevan a la división y al enfrentamiento”.
La Iglesia Católica es una de las principales voces abiertamente opositoras al régimen desde hace años y que, sin temor a las represalias, denuncia reiteradamente las violaciones y los abusos de Maduro.
Días atrás, otro referente de la iglesia venezolana, el obispo venezolano Víctor Hugo Basabe, se animó a denunciar a la dictadura chavista. Durante la homilía de la procesión de la Divina Pastora, la de mayor magnitud en Venezuela, el 14 de enero pasado, y ante 3 millones de personas, denunció la “burbuja de la falsedad económica” y la “precaria” situación del país.
“Que cesen las burbujas de la falsedad económica que pretenden ocultar al mundo la precaria situación en la que están inmersos la mayor parte de nuestros hermanos venezolanos”, pidió Basabe en la celebración de la festividad mariana en la ciudad de Barquisimeto, en el estado de Lara, a la par que llamó a los fieles “a poner en el corazón de nuestra oración a nuestra Venezuela herida, maltratada, traicionada y saqueada hasta más no poder”.
De hecho, la Conferencia Episcopal venezolana (CEV), también denunció que el país “continúa viviendo una crisis política, social y económica profunda”.
La CEV se refirió asimismo a la “burbuja”, la cual considera “ofensiva” para los trabajadores del sector de la salud, la educación, los obreros, los pensionados e, incluso, los informales, cuyos ingresos “paupérrimos” rondan entre los 10 y los 30 dólares. Estos sectores han encabezado, en las últimas semanas, protestas en todo el país para conseguir mejores condiciones laborales y salariales dado que una familia necesita más de 50 veces el ingreso promedio sólo para comer.
Fuente: Infobae.com