Una investigación sobre narcotráfico en la línea internacional con el Brasil, resultó determinante para demantelar una fachada de comercio que escondía el negocio de la distribución de miles de dosis de cocaína y crack, junto a tocos hachís y marihuana. Al responsable de mantener activo el ilícito lo capturaron junto a todas las evidencias.
Las averiguaciones se desarrollaron por semanas ante las sospechas de que una casilla comercial instalada en la zona era aprovechada ante el flujo de compradores para abastecer de drogas a microtraficantes de uno y otro lado de la frontera. Al mando de esa actividad se encontraba Lino Goiris Escobar, paraguayo, de 41 años.
En el allanamiento fueron confiscados son 1,8 kilogramos de crack, equivalentes a cerca de 10.000 dosis, 891 gramos de cocaína, 19 gramos de hachís y 370 gramos de marihuana.
La disponibilidad de drogas de todo tipo hacía que la franja de consumidores sea muy variada en términos de edad, poder adquisitivo y nacionalidad.
Con el negocio anulado, los intervinientes consideran que han desmantelado uno de los principales proveedores del microtráfico en la zona fronteriza.
