Los restos del ex jefe de Estado descansan en un féretro en el Salón de Honor del ex Congreso, donde miles de seguidores y políticos pueden acercarse a darle su último adiós
Los restos del ex presidente de Chile Sebastián Piñera están desde este miércoles en el Salón de Honor del ex Congreso, donde miles de seguidores -junto a políticos y allegados- se acercan para rendirle tributo y darle su último adiós.
Este jueves, a las 09:30 local (12:30 GMT), será el tiempo de la intervención de distintas personalidades que brindarán una serie de discursos. El primero que tome la palabra será el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco; y posteriormente hablarán los ex jefes de Estado Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.
Después será el turno del presidente de la Cámara de Senadores, Juan Antonio Coloma; y de Diputados, Ricardo Cifuentes.
Luego de los discursos se escuchará el himno nacional.
A las 11:00 (14:00 GMT) se abrirán las puertas para que los ciudadanos puedan despedir al ex mandatario. El Salón de Honor del ex Congreso permanecerá abierto al público en general hasta las 20:00 (23:00 GMT). Y, una hora más tarde, a las 21:00 (00:00 GMT), se espera el saludo de dirigentes políticos y sociales.
En la tarde del martes, el helicóptero que piloteaba Piñera, junto a otras tres personas que lograron salvarse, una de ellas su hermana Magdalena, se precipitó al poco tiempo de despegar sobre el Lago Ranco, un balneario turístico situado a 800 kilómetros al sur de Santiago, donde solía pasar los veranos con su familia.
“Fue muy triste ver pasar el ataúd”
“¡Viva Piñera y Viva Chile!”, “¡Piñera, amigo el pueblo está contigo!” y “¡Piñera, amigo, jamás serás vencido!”, gritaban los admiradores y seguidores del ex mandatario este miércoles. Minutos antes de la llegada del cortejo fúnebre, los clamores fueron sustituidos por el canto del himno nacional.
El féretro y la familia del ex presidente fueron recibidos desde el exterior del recinto por los presidentes del Senado, Juan Antonio Coloma; de la Cámara de Diputados, Ricardo Cifuentes; y de la Corte Suprema, Ricardo Blanco, en representación de los poderes del Estado, tal y como establece el protocolo para un funeral de este rango.
Por una alfombra roja que atravesaba el Salón de Honor del edificio, entró el ataúd en medio de una fuerte y emotiva ovación de aplausos que se extendió por más de un minuto. A su izquierda se colocó la familia, con la viuda, Cecilia Morel, y los hijos, nietos y hermanos en primera fila; mientras que a la derecha había ex ministros y ex asesores de su Gobierno.
“He sentido una emoción muy grande cuando vi pasar el féretro; hizo todo por el bien del país y por eso vine a despedirme”, dijo a la agencia de noticias EFE Jennifer, una de las asistentes. Un poco más allá, Francisca Leiva, que junto a su madre, siguió el coche del cortejo fúnebre, comentó que “fue muy triste” ver pasar el ataúd y que “fue un gran presidente, un presidente guerrero, que siempre estuvo ahí”.
Silvia Mella, que presenció la entrada del cuerpo con suma atención, dijo sentirse “muy emocionada y muy agradecida por todo lo que hizo”, porque “le tocó duro y tuvo una oposición muy férrea que no lo dejaba gobernar”.
Entre los logros que mencionaron sus admiradores destacaron la recuperación del país tras el devastador terremoto de 2010, la salvación de los 33 mineros atrapados durante más de dos meses en la mina San José y la gestión de las ayudas durante la pandemia, junto con la vacunación temprana.