Una joven de 19 años, quien esperaba a compradores de chespi en su vivienda del barrio Santa María fue detenida en un operativo coordinado con el fiscal Abg. Arnaldo Argüello. La investigada fue encontrada dispuesta a comercializar más de 50 dosis de la droga.
Desde la casa de sus padres, Ana Cristina Ramírez González ejercía sus primeros pasos en el tráfico de drogas. El registro al que fue sometida su vivienda resultó revelador para la obtención de evidencias.
En el momento del registro domiciliario la joven tenía en su poder 13,4 gramos de crack distribuidas en 51 dosis.
El microtráfico es un negocio que busca acaparar principalmente a jóvenes tanto para el consumo como para la venta y está situación refleja la dicha realidad ya que el destino de las sustancias son personas del mismo rango etário. La involucrada quedó a disposición del Ministerio Público.