La agente fiscal Vivian Coronel imputó a dos mujeres que presuntamente mantenían en régimen de servidumbre y de trabajo forzado a una adolescente de 15 años. Se trata de Olga Bogado Cubas (33) y Rufina Salinas Acuña (54), quienes enfrentan cargos por el hecho punible de trata de personas.
Bogado se encuentra detenida con orden de prisión preventiva, mientras que Acuña está prófuga de la justicia con una orden de captura en su contra y requerimiento de rebeldía.
La investigación fiscal refiere que Rufina Salinas se hizo pasar por madre superiora de una falsa congregación denominada «Nuestra Señora de Caacupé» para presuntamente captar a una adolescente de 15 años que aspiraba a ser religiosa y a quien la retiró de su hogar el pasado 19 de marzo.
Inicialmente, Salinas llevó a la adolescente al lugar donde supuestamente operaba la congregación, en el distrito de Minga Guazú. Allí, la víctima permaneció durante ocho días antes de ser trasladada a otro sitio llamado «Casa de la Reina de la Paz», supuestamente para recibir formación como novicia religiosa.
Sin embargo, allí la menor fue sometida a servidumbre y trabajo forzado por Olga Bogado Cubas, quien presuntamente la maltrataba física y psicológicamente.
Presumiblemente le abofeteaba, le golpeaba en la nuca y le obligaba a besar el suelo hasta cien veces.
Cuando no cumplía en forma con sus tareas, la agresora la castigaba poniéndole basura en la cabeza o arrojándole trapos de cocina que luego debía lavar, a veces hasta altas horas de la madrugada, dejándole los dedos irritados. Además, la golpeaba con cable de acero y espátula, la insultaba y la obligaba a hacer tareas domésticas desde tempranas horas hasta la madrugada siguiente.
También se le prohibía comunicarse con su madre, quien intentaba contactarla constantemente sin éxito. Ante los constantes maltratos, la menor solicitó regresar a su hogar, pero Bogado Cubas le negó esa posibilidad. En septiembre de 2023, la adolescente fue llevada nuevamente al kilómetro 14 de Minga Guazú, donde solicitó a Rufina Salinas regresar con su madre, recibiendo una negativa y siendo advertida de no revelar información sobre la «comunidad».
En una ocasión, Salinas presuntamente obligó a la menor, bajo amenazas, a comunicarse con un abogado y a inventar maltratos en su hogar para justificar su permanencia en el falso establecimiento religioso.
Tras la denuncia, la Unidad Especializada en Hechos Punibles contra Niños y Adolescentes inició la investigación, con la asistencia médica y psicológica correspondiente para la víctima. Finalmente, este 17 de abril, Olga Bogado fue detenida durante un procedimiento realizado en Luque, mientras que Rufina Salinas sigue prófuga de la justicia con una orden de captura en su contra.
La fiscal Vivian Coronel solicitó además una reserva expresa para ampliar la imputación en caso de identificar nuevos participantes o cómplices, así como a la calificación del hecho punible atribuido, en atención a la plataforma fáctica investigada, de conformidad al Art. 70 del Código Penal, si sugiere méritos para el ello en base de observarse más lesiones a la Ley Penal.