La senadora Celeste Amarilla calificó de «preocupante» el cese de la Cooperación de DEA con la Secretaría Nacional Antidroga y aseguró que es «una duda más que siembran en su gobierno» y a pocos días de publicar logros de la Senad que sin lugar a dudas es gracias a la DEA.
«Se presume que hay una orden del poder de quien ‘cogobierna’ con él (presidente) desde la calle España, porque a Peña no le favorece», resaltó Amarilla, al tiempo de asegurar que los números sobre logros que manejan en materia de lucha contra el narcotráfico caerán con el cese de esta cooperación.
Amarilla anunció que pedirá informes oficiales para aclarar el destino de las inversiones realizadas en infraestructura y capacitación, así como el futuro de las investigaciones conjuntas. Destacó que no está claro qué sucederá con el personal entrenado por la DEA ni con los proyectos en curso.
Indicó que la cooperación con la DEA fue clave para los logros obtenidos por la Senad en la lucha contra el crimen organizado, en especial durante la gestión de Rachid, quien trabajó estrechamente con la agencia estadounidense.
Destacó que la medida podría tener motivaciones que van más allá de la seguridad nacional. Dijo que podría estar influenciada por presiones internas y externas que favorecen intereses que no necesariamente alinean con el fortalecimiento de la lucha contra el narcotráfico. La especulación sobre la intervención de actores políticos cercanos al gobierno de Santiago Peña y su posible vinculación con grupos de poder en el país añade una capa de complejidad a la situación.
El debate se intensificó luego del fallecimiento de Lalo Gómez, conocido involucrado en el crimen organizado, cuando la DEA decidió trabajar con la Fiscalía y la Unidad de Inteligencia del Paraguay en lugar de con la Senad. Este hecho refuerza las sospechas sobre las tensiones dentro del gobierno y las instituciones de seguridad, generando incertidumbre sobre el futuro de la cooperación internacional y la efectividad de las políticas de seguridad del país.
