Las Mipymes y los emprendimientos liderados por mujeres figuran hoy entre las principales prioridades de la AFD. Su cartera, que partió de apenas US$ 18 millones en 2006, supera actualmente los US$ 1.180 millones y dejó atrás el enfoque centrado en la agroganadería, diversificándose hacia el comercio, la industria y la emergente economía verde.
Aunque los créditos para vivienda siguen siendo los más demandados y consolidados, la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) está cada vez más enfocada en sectores con alto impacto económico y social, según explicó su gerente general, Fernando Lugo. Precisamente, la gama de créditos fondeados por la AFD a través de sus aliados estratégicos (bancos, financieras, cooperativas), se expondrán y su gestión estará disponible para todo el público en el Foro y Expo AFD 2025, que se llevará a cabo en agosto próximo en el marco de los 20 años de la institución.
Lugo señaló que mientras en 2015 los proyectos agroganaderos representaban un 30,4% de la cartera, hoy ese porcentaje se redujo a la mitad, con una diversificación hacia los sectores industrial, forestal y la aparición de nuevos nichos. En ese sentido, las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), especialmente los emprendimientos de mujeres cabezas de hogar, son actualmente prioridad de la AFD.
“Las Mipymes constituyen un pilar esencial de nuestra estrategia: generan una parte significativa del empleo formal en Paraguay, dinamizan las economías locales y promueven el desarrollo territorial», indicó. Sostuvo que la entidad reafirma su compromiso de facilitar financiamiento adaptado a las necesidades de las Mipymes, impulsando su crecimiento, formalización y sostenibilidad.
“También estamos fortaleciendo el apoyo a los emprendimientos liderados por mujeres, porque creemos firmemente que el empoderamiento femenino transforma no solo hogares, sino comunidades enteras y economías completas”, agregó. Además, destacó la importancia de sectores emergentes como el forestal, la eficiencia energética y la economía verde, que ofrecen modelos productivos más sostenibles.
Actualmente, el 46,3 % de la cartera de la AFD corresponde a créditos para vivienda, seguido por agricultura y ganadería (14,3 %), industria (13,9 %), comercio y servicios (11,4 %), forestal (8,2 %) y otros (5,9 %). El gerente general remarcó que en sus 20 años de vida institucional, la AFD impulsó el desarrollo de sectores emergentes de la economía y no solo a través de créditos, ya que recordó además de ser una banca de segundo piso, la entidad tiene otros roles como: agente inversor y articulador del sistema financiero.
Explicó que en los últimos tres años la AFD movilizó más de US$ 584 millones de dólares en fondos de garantías y fideicomisos que dieron liquidez y disminuyeron los riesgos en el mercado de capitales. También lidera la emisión de bonos en la bolsa de valores e influyó en la banca privada en beneficio de los usuarios.
Sobre este último punto, Lugo destacó que hace dos décadas los créditos con plazos de 3 años o más representaban apenas el 9,2% del total.
Pero a partir del financiamiento de la AFD con préstamos a largo plazo, el sistema financiero privado fue ampliando su horizonte crediticio y ahora esta categoría está en un 47,4%.