En el marco de la investigación sobre el brutal triple feminicidio que conmocionó a la ciudad de Capiatá, donde Ana Liz Rocío Villalba (36), su hija de 12 años (con discapacidad) y su madre Magdalena Villalba Acosta (80), fueron halladas muertas en su vivienda este domingo 13 de julio, el ministerio público avanza en la investigación del hecho. Cabe destacar que tras el macabro hallazgo de los cuerpos, vecinos lograron reducir a un joven identificado como Blas Ramón Serafini Báez, de 23 años, quien fue entregado a las autoridades como el principal sospechoso de este horrendo crimen.
El informe forense realizado por el médico Pablo Lemir confirmó que las tres víctimas fallecieron a causa de golpes en la cabeza. Específicamente, dos de ellas, la menor de 12 años y la abuela, murieron por traumatismo craneoencefálico abierto con pérdida de masa encefálica.
La víctima más anciana también presentó un traumatismo cerrado con fractura en la base del cráneo y múltiples golpes, indicando una «muerte rápida» y sugiriendo el uso de un objeto contundente, posiblemente un martillo. Además, se encontraron lesiones contuso-cortantes en otras zonas del cuerpo de Magdalena Villalba.
La investigación se profundiza, ya que el médico forense Lemir mencionó la existencia de «indicios inespecíficos» sobre un presunto abuso sexual a la niña de 12 años. Aunque no hay certeza aún, estas características ameritan que la Fiscalía siga investigando a fondo este aspecto.
El equipo forense tampoco descartó la posibilidad de que la madre (Ana Liz) y la abuela (Magdalena) hayan intentado resistir al atacante, elementos que ahora quedan a criterio del Ministerio Público para la profundización de la investigación.
