Estudiantes de la Escuela Agrícola Autosostenible Cerrito participan de una nueva edición del programa de Gastronomía Social, una innovadora experiencia educativa que refuerza sus habilidades para el empleo en el sector de servicios.
La iniciativa forma parte de un trabajo conjunto entre la Fundación Paraguaya y la Fundación Gastronomía Social de Chile, y tiene como objetivo aumentar la empleabilidad de los estudiantes mediante clases teóricas y prácticas en contextos reales. La experiencia tuvo su primer piloto entre septiembre y octubre de 2024, beneficiando a 43 estudiantes del tercer año, con una combinación de cursos online y presenciales enfocados en atención al cliente, liderazgo, trabajo en equipo y montaje de servicios gastronómicos.
Durante la etapa virtual, los participantes accedieron a contenidos microsegmentados mediante la plataforma Ñam, con metodología gamificada. Luego, recibieron capacitación presencial de parte de los expertos chilenos Rafael Rincón y Claudio Leiva, en las instalaciones de la escuela y el hotel del campus Cerrito.
Los resultados de la primera edición fueron ampliamente positivos: el 72% de los estudiantes evaluó con un puntaje de 9 y 10 la capacitación y el 83% recomendó el curso. La mayoría expresó interés en emplearse en el sector gastronómico, ya sea a tiempo parcial (50%) o completo (16,7%), e incluso emprender (11%).
Las recomendaciones recogidas tras esa primera experiencia sirvieron de base para el nuevo curso que estará vigente durante todo el mes de agosto y del que participan unos 30 estudiantes, que incorporó mejoras como más enfoque en habilidades blandas, ajuste de horarios y propuestas para una futura asignatura llamada “Restaurant”, que abordará la gestión integral del rubro.
La Fundación Paraguaya y la Fundación Gastronomía Social destacan que este tipo de alianzas permite a los jóvenes desarrollar competencias útiles para su inserción laboral y fortalece el posicionamiento del Hotel Escuela Cerrito, de Benjamín Aceval, como destino de turismo sostenible y gastronómico.
Con entusiasmo, compromiso y herramientas concretas, los estudiantes de Cerrito están cocinando su propio futuro.