Una auditoría reciente de Contraloría General de la República (CGR) reveló que en la farmacia del Hospital de Clínicas —dependiente de la Universidad Nacional de Asunción (UNA)— se detectaron medicamentos vencidos desde hace años, incluyendo fármacos oncológicos y para tratamiento respiratorio.
Según el informe, el perjuicio al hospital superaría los G. 2.200 millones, y gran parte del stock vencido provendría de donaciones del Estado.
Desde la UNA sostuvieron que ninguno de esos medicamentos habría sido administrado a pacientes, y que los vencidos fueron retirados del circuito asistencial para su disposición final.
El hallazgo plantea cuestionamientos sobre la gestión de insumos sanitarios, la planificación y rotación de stock en el sistema público, exponiendo riesgos reales para la salud y un notable desperdicio de recursos públicos destinados a tratamientos críticos.
