Tras la denuncia presentada ante el pleno de la cámara de Diputados por la legisladora Marlene Ocampo, quien según relató fue maltratada y golpeada por los guardias del presidente Mario Abdo Benítez durante su visita a Concepción, la diputada Celeste Amarilla realizó una defensa «poco favorecedor» hacia su colega.
«Si Marlene hubiera sido Cinthya Tarrago, jamás le hubieran empujado; estoy hablando muy enserio y este es el problema que tenemos en Paraguay las viejas, feas y negras» resaltó Amarilla.
«No es mi culpa ser fea, las lindas tienen la gracia de Dios o del cirujano plástico, pero en este país es difícil ser mujer negra, vieja y fea, y me reafirmó en eso» insistió la parlamentaria.
La diputada pidió respeto a la mujer «no por su aspecto» y las autoridades en general.
«No quiero hablar y decir quienes son los feos acá, pero son muchos, me reafirmó en eso», dijo finalmente al tiempo de asegurar el aspecto físico jamás puede ser el parámetro para que se respete a las personas.
«Ya reivindique una vez a las putas y ahora defiendo a las negras, viejas y feas», recalcó
Finalmente instó a sus colegas a enviar un claro mensaje al presidente Mario Abdo Benítez para que instruya a sus guardias a guardar respeto principalmente a las mujeres.