Por iniciativa del Poder Ejecutivo inició este martes un diálogo entre representantes de los sectores políticos, económico y social, buscando encontrar puntos de acuerdo para implementar una reforma estructural del Estado paraguayo. Los participantes coincidieron en la necesidad y la oportunidad de esta reforma.
El encuentro realizado en el Banco Central del Paraguay fue encabezado por el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, quien dio la apertura y concedió el turno de intervención a los participantes.
Como representante del Poder Ejecutivo, el ministro de Hacienda, Benigno López, señaló que las grandes reformas que se tienen que encarar dentro del Estado tienen que ver con el servicio civil, la salud, la educación y las pensiones, y que con este diálogo se deberá «determinar si vamos a seguir teniendo un Estado tan grande en algunos sectores y tan chico en otros».
El ministro indicó que el Paraguay hoy está «pagando una cuenta atrasada de no habernos dedicado a la salud y a la educación como deberíamos haber hecho» y que las exigencias que impone la pandemia sobre estos dos sectores más la economía informal tendrá sus consecuencias.
Posteriormente el presidente del Congreso Nacional, senador Blas Llano, manifestó por su parte el apoyo a las medidas inmediatas de austeridad establecidas por el Poder Ejecutivo y solicitó ser «muy prácticos» para avanzar en las reformas de corto, mediano y largo plazo.
En ese sentido pidió que el Ministerio de Hacienda y el Equipo Económico Nacional lideren la iniciativa de reforma estructural del Estado teniendo en cuenta los intereses de todos los sectores, sobre todo los más vulnerables, y considerando también los diferentes proyectos de leyes vinculados al tema que están en el Congreso.
«En el Senado hay cuanto menos 16 proyectos vinculados a este tema, y lo que pasa en estos casos es que cada uno quiere hacer prevalecer su proyecto, y yo creo que no estamos como para ver quien es más que el otro. Tenemos que tener una cierta verticalidad y creo que el Ministerio de Hacienda y creo el Equipo Económico Nacional tiene que dirigir esta reforma del Estado», manifestó.
A su turno el presidente de la Corte Suprema de Justicia, reflexionó que hablar de reformas en un momento de crisis parecería plantear la construcción de una casa nueva en medio de una situación de incendio de una casa. «Ahora tenemos que ocuparnos del incendio y de las leyes que hagan a ese incendio», dijo.
Sin embargo consideró «importantísimo» hablar de una reforma estructural del país y para ello rogó tener muy en cuenta los principios constitucionales. «Plantearnos la construcción de una casa nueva para todos, en donde dejemos de lado los vicios y tengamos una diagramación mucho más transparente, y en eso sí el Poder Judicial va a participar muy activamente», manifestó.
Luego de las intervenciones de los representantes de los tres poderes del Estado el diálogo se abrió a la participación del auditorio.
En ese estadío, el senador Salyn Buzarquis afirmó que «esta crisis es una oportunidad» y alentó al gobierno a dejar un gran legado consolidando las reformas inmediatas ya adoptadas y avanzando en los cambios estructurales de Estado. «Es momento de hacer las dos cosas», dijo manifestando la predisposición de la oposición de acompañar las medidas.
También como representante del sector opositor la diputada, Katya González, planteó un acta de entendimiento donde se establezcan plazos y donde estén convocados los mejores hombres y mujeres del país para trabajar ya que, según dijo, «esta reforma no va a tener rostro».
Expresó la necesidad de partir del diagnóstico de que «si hoy estamos hablando de reforma es porque se ha robado históricamente en este país» y consideró que para manifestar una real voluntad política «esa acta de entendimiento es el primer paso para poder construir confianza».
Además de los sectores políticos también intervinieron representantes del ámbito económico y social. En ese sentido, el presidente de la Unión Industrial Paraguaya, Gustavo Volpe, apuntó a que una de las reformas más urgentes del país es el combate a la informalidad económica y al clientelismo político, que según su diagnóstico van de la mano en detrimento del fortalecimiento de las empresas y del empleo digno en el país.
fuente: Ipparaguay.