La Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó este jueves la suspensión de Rusia como observador permanente a raíz de la invasión de Ucrania, con 25 votos a favor, 0 en contra, 8 abstenciones y una ausencia.
Los países que se abstuvieron de votar a favor o en contra fueron Honduras, México, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Argentina, Bolivia, Brasil y El Salvador. La delegación ausente fue la de Nicaragua.
La votación se realizó durante una sesión extraordinaria convocada por Guatemala y Antigua y Barbuda, con el apoyo de Estados Unidos, Colombia, Uruguay, Canadá y Granada para considerar este proyecto de resolución “Suspensión del estatus de la Federación de Rusia como observador permanente ante la Organización de los Estados Americanos”.
La suspensión tiene efecto inmediato y se prolongará hasta que “el Gobierno ruso cese sus hostilidades, retire todas sus fuerzas y equipos militares de Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas y vuelva a la senda del diálogo y la diplomacia”, según reza el texto.
La resolución justifica la medida por el creciente número de muertos y desplazados, y la destrucción de la infraestructura civil en Ucrania. En ese sentido, el Consejo declaró estar “conmocionado” por las informaciones de las “terribles atrocidades” cometidas por Rusia en ciudades ucranianas como Bucha, Irpin y Mariúpol y en la estación de trenes de Kramatorsk, además de mostrarse preocupado por la violación del derecho internacional.
Otro de los factores que han pesado para la suspensión es lo que se denomina en la resolución como “indiferencia” por parte de Rusia a las “exhortaciones” de la OEA para que retire sus fuerzas de Ucrania.
A finales de marzo la OEA aprobó una resolución que pide el cese “de actos que pueden constituir crímenes de guerra” en Ucrania, con 28 votos a favor de los 34 miembros activos, ninguno en contra y cinco abstenciones: Brasil, Bolivia, El Salvador, Honduras y San Vicente y las Granadinas.
En aquella sesión participó la embajadora ucraniana en Estados Unidos, Oksana Markarova, quien pidió precisamente a la OEA que considerara retirar a Rusia el estatus de observador permanente.
Algunos de los que se abstuvieron en el voto e incluso otros que votaron a favor como Argentina y México estimaron que la organización no es el organismo apropiado para abordar la invasión rusa de Ucrania.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, alegó entonces que “la paz en Europa, la paz en el mundo nunca puede ser un tema ajeno” a la OEA.
Rusia ya fue suspendida del Consejo de Derechos Humanos de la ONU por su brutal ofensiva en Ucrania.
Por su parte, los máximos representantes de la OTAN y la Unión Europea (UE) mantuvieron este martes una conversación telefónica en la que reiteraron su apoyo a Ucrania, y apuntaron a la posibilidad de imponer más sanciones si no cesa su agresión.
La llamada, organizada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sirvió para que las potencias internacionales trasladen su enésima condena a lo acontecido en Ucrania y la adopción de sanciones para hacer que Rusia “rinda cuentas” por su “invasión no provocada e injustificada”, según un comunicado de la Casa Blanca.
El primer ministro británico, Boris Johnson, quien también participó en la conversación, puso al día a sus aliados sobre su reciente visita a la capital de Ucrania, Kiev, e instó a las potencias internacionales a que refuercen su apoyo armamentístico al Ejército ucraniano ante la nueva ofensiva rusa en el este.
En la llamada también intervino la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien mostró su firme apoyo a Ucrania, así como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien en sus redes sociales informó que la UE “desarrollará el Fondo de Solidaridad de Ucrania” como medida de “apoyo inmediato” al país del este de Europa.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, exigió al presidente ruso, Vladimir Putin, que cese de inmediato su ofensiva sobre Ucrania y señaló que las potencias internacionales apostarán por aplicar sanciones cada vez más severas sobre Moscú hasta el cese de las hostilidades.
A nivel de defensa, Stoltenberg puso al día a sus socios sobre las labores llevadas a cabo para reforzar “la disuasión y la defensa de la OTAN”, y aseguró que la Alianza Atlántica “hará todo lo que sea necesario para proteger y defender a todos los aliados”.
En la conversación también participó el primer ministro de Italia, Mario Draghi, quien reiteró la importancia de reducir la dependencia de Rusia a nivel energético, mismo punto que mencionó el presidente de Polonia, Andrezj Duda.
El presidente rumano, Klaus Iohannis, invitó a las potencias a que pongan en marcha el Grupo de Combate de Rumania, cumpliendo así con lo pactado en la cumbre extraordinaria de la Alianza Atlántica de finales de marzo y como un paso fundamental para “equilibrar y consolidar la presencia a largo plazo de la OTAN en el flanco oriental”, según apunta la agencia Agerpress.
Además de estos representantes internacionales, en la conversación intervinieron el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida.
Fuente: Infobae.com