El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, afirmó que el mundo experimenta tiempos difíciles que demandan compromisos políticos concretos y no actitudes genéricas, más aun en los años posteriores a la pandemia que se proyectan difíciles y requerirán reformas que deben «blindarse de falsas promesas”. Fue durante su intervención ante la Asamblea de Naciones Unidas.
En su última intervención como mandatario, Abdo Benítez mencionó que este encuentro convoca a los líderes para intercambiar ideas y generar compromiso de modo a afianzar esta esfera pública intergubernamental tan necesaria para dar respuesta a las urgencias comunes de nuestras naciones.
Remarcó el compromiso del Paraguay de seguir contribuyendo en la construcción de un mundo con pleno respeto a las libertades fundamentales, a la resolución pacífica de los conflictos, condiciones dignas para toda la humanidad y la lucha inflexible contra el crimen organizado.
Sostuvo que dichos ámbitos están marcados por factores de orden mundial y en ese sentido, expuso que las consecuencias económicas de la pandemia seguían desperdigadas en el aire cuando se empezó a recibir el impacto del contexto bélico entre Rusia y Urania.
En este contexto, refirió, «los pueblos observaron la insuficiencia de las instituciones nacionales e internacionales para enfrentar las emergencias. En tales circunstancias, el primer gran desafío consiste en contener los estadillos de proyectos que manipulando la genuina irritación ciudadana avanzan con acciones demagógicas y es por ello que, instó a no dar cabida a discursos que busquen con ofertas engañosas sacrificar la sagrada libertad».
De igual forma, afirmó que hoy más que nunca el mundo requiere templanza, diálogo y moderación, al tiempo de referir que se viven tiempos que demandan compromisos políticos concretos y no actitudes genéricas, más aun en los años posteriores a la pandemia que se proyectan difíciles y requerirán reformas complejas que deben blindarse de falsas promesas.
Asimismo reflexionó acerca de la situación que se vive en América, a la que calificó como una de las regiones más afectadas por la coyuntura actual. Ante ello, hizo un llamado para adoptar posiciones de principio que se alineen con la preocupación por la plena vigencia de los derechos humanos y el autogobierno colectivo.
“Estas posturas tienen que inscribirse en un plano amplio de cooperación en el que los países mejor posicionados sean conscientes del desequilibrio que caracteriza al planeta en todos sus ámbitos”, expresó.
Sobre el mismo punto, pidió brindar estabilidad al mundo con una voz común. No podemos correr la vista sobre lo que sucede en otros territorios y dejar a su suerte a naciones hermanas. Por ello, aseveró que el Paraguay es un país solidario que mantiene coherencia con sus principios y a tal efecto, remarcó el apoyo a Venezuela y a su lucha por la democracia.
“Necesitamos reconstruir una conciencia moral sobre la vigencia de los derechos humanos y la democracia, los instrumentos jurídicos y las instituciones que hemos creado para protegerlos tienen un valor innegable, sin embargo, el elemento fundamental para custodiar a las personas sigue siendo consolidar una concepción respecto al valor superior de su dignidad, inviolabilidad y autonomía”, agrego.
Indicó que la difícil coyuntura actual demanda abordar los problemas mundiales de forma conjunta, sin exclusiones. En ese punto, el presidente aprovechó la ocasión para reiterar la solicitud de la República de China (Taiwán) para ser parte integral del sistema de las Naciones Unidas. Dijo que Paraguay está convencido del valioso aporte que implica la participación de Taiwán en el sistema multilateral.
Así también, la ocasión fue propicia para expresar su solidaridad con el pueblo taiwanés, así como con México, República Dominicana y Puerto Rico, países afectados por eventos climáticos en los últimos días.
En otra parte de su intervención, dijo que el país se adhiere a la inmensa mayoría de países que abogan por la paz, el imperio del derecho internacional y la prevalencia de la diplomacia.
“Nos preocupa la situación en Ucrania, así como las consecuencias humanitarias y económicas del conflicto, hacemos un llamado enérgico al cese de las hostilidades y a la reanudación de las negociaciones. Es fundamental que nuestra organización y la comunidad internacional en general participen intensamente en este proceso”, exteriorizó.
Mario Abdo Benítez se refirió a la necesidad de repensar el funcionamiento del Consejo de Seguridad de la ONU y fortalecer el rol de la Asamblea General para orientarlos hacia un desempeño efectivo, además de convertirlos en espacios de canalización de la palabra de todos los estados.
Por otro lado, pidió encontrar caminos y retos comunes más allá de las legítimas diferencias entre los diferentes países a fin de mejorar las condiciones de vida de la humanidad. “Paraguay se encuentra comprometido con esta organización y espera que sus propósitos sean alcanzados”, subrayó finalmente. Fuente: Ip