El Departamento de Identificaciones de la Policía Nacional fue intervenida por 90 días por disposición de la Comandancia de la Policía Nacional.
La intervención se dio luego de que saltaran denuncias por supuestos casos de pedidos de «coima» para la elaboración de 10 cédulas de identidad de contenido falso.
Dichos documentos fueron solicitados por ciudadanos extranjeros, entre los que citaron a paquistanies, chino-taiwaneses, rusos, según las denuncias.
Fueron apartados el jefe y el subjefe, respectivamente, y asumió como interventor el Comisario Rubén Oporto.