La agente fiscal Ruth Benítez, se constituyó en el Centro Penitenciario de máxima seguridad “Martín Mendoza”, de la localidad de Emboscada, en coordinación con la defensora pública Cinthia Noguera, a fin de tomar declaraciones indagatorias a los cinco detenidos en el operativo “Guyrahu”, durante el allanamiento de la Penitenciaría Regional de San Pedro. La diligencia fue llevada a cabo en torno a la investigación del millonario vaciamiento de billeteras electrónicas que ronda los 1.500 millones.
En el marco de la carpeta fiscal abierta por la supuesta comisión de los hechos punibles de estafa mediante sistemas informáticos, alteración de datos relevantes, abuso de identidad y asociación criminal, prestaron declaración indagatoria: Charles Ablert Arthur David Martínez Camera, (“El hombre de las mil voces”), Germán Leguizamón, Alcides González Villalba, Sergio Fabián Núñez Mareco y Derlis Jonathan Ruiz Díaz, considerados altamente peligrosos por los antecedentes que pesan en contra de los mismos.
Cabe resaltar que el procedimiento fue coordinado por la fiscal adjunta Matilde Moreno, y los agentes fiscales Ruth Benítez, Federico Delfino, Juan Ramón Sandoval y Lorenzo Lezcano. El Ministerio Público dispuso el allanamiento en el marco de referida causa, cuyas investigaciones se iniciaron luego de la denuncia recibida por parte de la firma Mobile Cahs S.A. por vaciamientos de billeteras Tigo, situaciones que se registraron en reiteradas ocasiones.
Las pesquisas revelan que la empresa afectada bloqueaba las líneas de los defraudadores, en un promedio de 200 líneas semanales, sin embargo, a medida que se realizaba tal acción, estos defraudadores seguían operando simplemente obteniendo otras líneas telefónicas y otros documentos de identidad.
Presuntamente, los sospechosos adulteraban los documentos de identidad para que coincidan con los rostros de los sindicados de manera a validar la autenticación biométrica requerida por el sistema Facetec (video-selfie y escaneo frontal y dorsal de documento). Asimismo, los datos personales de varias personas, utilizando sus nombres y apellidos, fecha de nacimiento, número de C.I.
Luego ingresaban sin consentimiento a las billeteras electrónicas de los titulares de Tigo Money y asociaban sus identidades falsas con los números telefónicos que utilizaban para las transacciones. Estos números telefónicos tampoco le correspondían a la titularidad de ellos. Luego de verificar los datos disponibles de las billeteras hackeadas, seguidamente realizaban distintas operaciones (envíos de dinero a otras billeteras electrónicas, giros de dinero a otras operadoras, compras de paquetes y recarga de datos, etc.).