La fiscala Noelia Montanía inició las investigaciones sobre el asalto perpetrado esta madrugada en la zona de Caacupé, ocasión en que un grupo tipo comando, fuertemente armado, se adueñó de un cargamento de celulares de alta gama e impresoras que se dirigía rumbo a Ciudad del Este. La representante del Ministerio Público, esta mañana, tomó declaraciones a varios testigos del suceso criminal.
En principio, los investigadores tienen indicios de que más de diez personas integraron el grupo armado que perpetró el ilícito, ocasión en que utilizaron camionetas que supuestamente pertenecían a la Policía Nacional y a la Secretaría Nacional antidrogas (Senad). Los delincuentes montaron una barrera policial en plena Ruta PY02, a la altura del Km. 56,5, y utilizando la sorpresa pudieron dominar a los camioneros, guardias privados e incluso a agentes de la Policía Nacional que acompañaban el cargamento.
Los falsos agentes de Policía y de la Senad, en vehículos con ploteado de comisaría (patrullera) y de la Senad, cerca de la circunvalación del barrio Loma Guazú de Caacupé, cometieron el ilícito. El camión que transportaba los costosos artículos era ocupado por el chofer y dos asistentes; detrás iba el vehículo del dueño de los aparatos, asistido por dos guardias privados, y un tercer rodado, con dos suboficiales de Policía de la Secretaría de Prevención e Investigación del Terrorismo (SEPRINTE).
Todos “cayeron” en la falsa barrera, con hombres portando armas de grueso calibre, que dejó atados de pies y manos a las víctimas (los policías fueron esposados) y se llevaron el camión con la carga. Este vehículo transitó con destino a Atyrá, en donde los ladrones lo vaciaron y lo dejaron abandonado.