«La explotación de los más vulnerables, el abuso de poder, la corrupción que excluye a los más pobres y la indiferencia hacia las comunidades indígenas que viven en condiciones de extrema pobreza son heridas profundas en nuestra sociedad» destacó durante su homilía el obispo de la diócesis de San Lorenzo, monseñor Joaquín Robledo, en el segundo día del novenario de la Virgen de Caacupé.
La Iglesia católica llamó a trabajar por la paz social a través de la justicia.
«Es necesario fortalecer la justicia, porque sin justicia no hay paz», señaló por otro lado el obispo.
«Son injusticias que claman al cielo, la violencia que afecta a las comunidades, desde la violencia doméstica hasta casos de alarma de desaparición de niños, niñas y adolescentes», agregó.
Resaltó la alarmante cantidad de casos de desapariciones de menores que según estadísticas superó 2.600 en losdos últimos años.
Instó a «fomentar una cultura del cuidado, promoviendo la paz a través de la justicia. «La justicia es una exigencia del reino de Dios».