“Negociar y enriquecerse aprovechándose de la necesidad de la gente es cruel”, advirtió este lunes Monseñor Miguel Ángel Cabello, obispo de la Diócesis de Villarrica, durante la homilía del sexto día del novenario en Caacupé. El prelado centró su mensaje en la situación de la salud pública y la urgencia de garantizar un acceso equitativo para toda la ciudadanía.
Cabello señaló que la salud no puede ser un privilegio reservado a unos pocos, sino un derecho universal que debe estar al alcance de todas las familias, especialmente de las más vulnerables. Subrayó que la falta de medicamentos y de equipamientos adecuados en los hospitales continúa afectando gravemente a la población, obligando a muchos a endeudarse o postergar tratamientos.
El obispo cuestionó con firmeza a quienes lucran con la necesidad ajena, calificando esa práctica como “cruel” y contraria a los valores cristianos. Instó a las autoridades nacionales a incrementar la inversión en infraestructura, insumos y tecnología médica, para responder con dignidad a las demandas del sistema sanitario.
Finalmente, recordó que “hay aún mucho por mejorar” y llamó a fortalecer el compromiso conjunto entre el Estado, las instituciones y la sociedad para avanzar hacia un sistema de salud verdaderamente inclusivo, humano y eficiente.