Juan Celso Urunaga Ledezma, desde pistas clandestinas de Alto Paraná y Canindeyú operaba a gran escala con el contrabando de mercaderías, como ser electrónica, informáticas y medicamentos prohibidos, según confirmaron desde el ministerio público, según la investigación realizada por la Policía Federal del Brasil, en colaboración con fiscalía paraguaya.
Todo quedó al descubierto mediante la “Operación Celeno”, donde fueron detenidas varias personas y otras aún están prófugas como ser el exagente de la Policía Civil Lourival Custodio Filho, quien incluso estaba residiendo en el Paraná Country Club de Hernandarias, y hoy fue detenido.
En consulta realizada con la Policía Federal de Foz de Yguazú, se pudo confirmar que Juan Celso Urunaga Ledezma posee orden de captura en todo el territorio brasileño, al igual que su cómplice paraguayo Milciades Espínola. Gloria Ríos, esposa de Urunaga Ledezma también está procesada en el vecino por supuestamente formar parte del gran esquema de contrabando que ha logrado enviar por años todo tipo de mercaderías al Brasil utilizando aviones que operaban desde pistas clandestinas.
Se pudo confirmar que la organización delictiva estaba liderada en el vecino país por el exagente de la Policía Civil de Riveirao Preto, Lourival Custodio Filho quien permanece prófugo con orden de captura solicitada a la Interpol. Este era quien comandaba el esquema de contrabando.
Según la investigación Urunaga González y Milciades Espínola, más conocido como “Capi” eran los encargados de la adquisición de mercaderías de todo tipo en tiendas de Ciudad del Este, trasladarlo hasta las pistas clandestinas situadas en Canindeyú y Alto Paraná desde donde en aviones hacían pasar hacía el territorio brasileño.
Este “trabajo” generó multimillonarias ganancias a la organización delictiva,
En la Operación Celeno la Policía Federal en conjunto con el Ministerio Público de Paraguay y la Policía Nacional cree haber desarticulado una de las mayores organizaciones delictivas que se dedicaba al contrabando de mercaderías de todo tipo, que eran adquiridas en Ciudad del Este.
Lógicamente en territorio nacional todo estaba legal pues las compras se hacían con facturas legales, incluso a nombre los propios dueños, según develó la investigación.
En el Brasil, el operativo permitió la incautación de 7 aviones, al menos cinco pertenecían al exagente policial Lourival Custodio Filho, la identificación del al menos 138 componentes de la organización delictiva.
La investigación involucró la participación de 360 agentes de la Policía Federal, fueron al menos dos años de intenso trabajo investigativo que consistió en seguimientos con autorización judicial, en el Brasil como también en el Paraguay, según los datos preliminares.