El viceministro de Relaciones Exteriores de nuestro país, José Antonio Dos Santos, se reunió esta mañana con el ministro de Relaciones Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto, para reiterarle la queja de la República del Paraguay por el trato privilegiado dado a los procesados y prófugos de la justicia Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán. Una queja ya había sido presentada el 10 de octubre al representante finlandés ante las Naciones Unidas.
El ministro finlandés Haavisto informó que, tras la presentación paraguaya ya efectuada semanas atrás, el caso se ha estado discutiendo en las instancias pertinentes de su país. Se comprometió a examinar la documentación no considerada en su momento por la urgencia del caso, y mencionó que también tuvo un encuentro con altos funcionarios del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para estudiar en forma más detenida el asunto.
Destacó la buena predisposición de su país a atender los pedidos del Estado paraguayo, sin dejar de lado sus responsabilidades en el terreno humanitario.
Manifestó, finalmente, que espera que este episodio no afecte el fluido relacionamiento entre los dos países ni las iniciativas que Paraguay y Finlandia impulsan en diversos ámbitos, como ser el abordaje de la crisis venezolana y el combate de los efectos del cambio climático.
Por su parte, el representante paraguayo de nuevo fue categórico en su reclamo al gobierno finlandés de acoger a ciudadanos paraguayos prófugos de la justicia, mediante apoyo del ACNUR, dado que se trata de personas procesadas por la presunta comisión de crímenes comunes en el Paraguay.
Explicó que los hechos que se les atribuyen dieron lugar a un juicio iniciado en 2003, el cual fue sustanciado de acuerdo a la ley y estando los acusados en libertad, gozando plenamente de sus derechos políticos.
Agregó que Arrom, Martí y Colmán tras fugarse del Brasil y obtener refugio en ese país radicaron una demanda ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual en un histórico fallo rechazó sus pretensiones. Se demostró que los mismos no eran perseguidos por razones políticas y que el Estado paraguayo no violó sus derechos humanos. A raíz de ello, Brasil determinó el cese del refugio otorgado anteriormente.
Fuente: Cancillería Nacional.