Municipalidad de Asunción debió declarar desierto el llamado para compra de cemento

A criterio del Concejal Julio Ullón, la Intendencia de Asunción debió declarar desierto el llamado  para la compra de cemento asfáltico, ya que terminó pagando más caro de lo que el producto vale realmente.

El legislador municipal explicó que el llamado en cuestión se realizó bajo la modalidad de “subasta a la baja electrónica” en donde se busca que haya una puja entre todos los oferentes para conseguir el menor precio posible en una adquisición.  En este sentido, al llamado sólo se presentó una empresa por lo cual no hubo competencia y el precio final quedó un 20% por encima del precio de referencia.

“Al no haber competencia, el municipio debió declarar desierto y llamar a un nuevo proceso, pero bajo la modalidad tradicional”, resaltó Ullón.

Aclaró que no existe nada de tinte personal en el marco de la denuncia, ya que sólo están cumpliendo con su rol constitucional de contralor del manejo de los pocos recursos que aún están disponibles en el municipio de Asunción,  considerando incluso los retrasos que existen en el pago de los salarios municipales.  “Si le molesta entonces, es porque no quiere buscar mejores precios para las obras de la ciudad y cuidar el dinero de los asuncenos”, añadió.

Ullón indicó que este llamado, desde el momento en el que sólo una  empresa se inscribió para la “subasta a la baja electrónica” se desvirtúa el proceso de subasta y también los  principios de contrataciones  públicas que son de: “economía”  y “eficiencia” para buscar la mejor oferta posible desde el punto de vista económico, porque cuando se abre el proceso de subasta empiezan los oferentes a realizar sus propuestas.

“Desde el momento en el que  hay un sólo oferente y éste se da cuenta de eso, el único oferente  pone,  a su propio arbitrio el precio que desea vender y por eso, en este caso quedó a  un 20%  más del precio de referencia porque es el máximo precio que normalmente se  permite en un  proceso licitatorio”, resaltó.

Dijo que considerando esta situación, la Municipalidad debiera  llamar a un nuevo proceso,  pero ya no bajo la modalidad de subasta sino bajo la modalidad tradicional para que los oferentes no tengan la previsibilidad que van a ser los únicos oferentes y  entonces en una nueva competencia presentarían  una menor propuesta de precios y las obras que lleve adelante en la ciudad tengan un menor costo económico.