Si el ultimátum no es atendido antes del mediodía, se volverá a convocar a otro Cabildo en el que se posesionará y reconocerá a un nuevo mandatario. También marcharán grupos a favor del presidente, lo cual plantea un alto riesgo de confrontación entre ciudadanos.
Ante una multitud de ciudadanos reunidos en el monumento al Cristo, donde hace 20 días hubo un cabildo que resolvió un “voto castigo” a Evo Morales en las elecciones presidenciales del domingo pasado, el presidente del Comité pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, dio inicio a un paro cívico nacional indefinido que exige al Tribunal Supremo Electoral confirmar hasta el mediodía de este miércoles la segunda vuelta en Bolivia con fecha definida.
Si el ultimátum no es atendido, se volverá a convocar a otro cabildo en el que se posesionará y reconocerá al nuevo Presidente Constitucional de Bolivia, además de desconocer al binomio Evo Morales-Alvaro García Linera, que deberá abandonar el Palacio de Gobierno el 22 de enero de 2020, según la resolución leída por el dirigente cívico de Santa Cruz durante el inicio de la medida extrema de presión.
Mientras continuaban este martes las marchas y los disturbios en La Paz, Cochabamba y otras poblaciones, con gasificaciones de la Policía a manifestantes, que dejó a una joven herida, dos horas antes de la medianoche empezaron los bloqueos de carreteras en la región de Santa Cruz y en poblaciones de las fronteras, que apuntan a replicarse en los otros ocho departamentos de Bolivia.
Las protestas ciudadanas estallaron el lunes en la noche, cuando se reanudó la Transmision de Resultados Electorales Preliminares (TREP), que fue suspendida el domingo de la elección, cuando tenía un avance hasta el 83 por ciento de la votación. En ese momento los datos anunciaban una segunda vuelta entre el presidente Evo Morales y el candidato de la oposición Carlos Mesa, con poco más de siete puntos de diferencia. Sin embargo, al reanudarse el conteo del TREP la noche del lunes, a un 95 por ciento, el TSE confirmaba el triunfo de Morales en la primera vuelta, con algo más de diez puntos. La interrupción del conteo por más de 20 horas y el aumento de las cifras a favor de Morales en el nuevo informe generaron observaciones y dudas de la misión de observadores de la OEA, además de denuncias de la alianza de Carlos Mesa y de otras organizaciones de un presunto fraude.
El candidato presidencial de la oposición convocó a vigilias y a movilizaciones en los tribunales electorales departamentales para proteger el voto durante los conteos oficiales. Algunas derivaron en enfrentamientos con la Policía.
El Gobierno ha acusado a Carlos Mesa de incitación a la violencia, en tanto que el llamado Consejo Nacional para el Cambo (Conalcam), que aglutina a los movimientos afines a Evo Morales, ha anunciado para este miércoles movilizaciones callejeras de defensa del voto a favor del Presidente y de su victoria, que consideran que se ha dado en la primera vuelta. Estas convocatorias, en medio de las protestas de los opositores al mandatario boliviano, plantean un escenario de grave crisis y de alto riesgo de confrontación entre ciudadanos. Unos que consideran que hubo fraude y que exigen el respeto a su voto y los otros que aseguran que Morales ganó la elección y que también exigen que se respete el resultado final. Ante el peligro de enfrentamientos, organizaciones como la Iglesia y la Unión Europea exhortaron a la calma y a que haya transparencia en el proceso electoral boliviano.
El presidente Evo Morales se reunió con embajadores y con observadores internacionales para hablar del difícil momento y también lo hizo Carlos Mesa.
El canciller Diego Pary pidió a la OEA una auditoría del proceso electoral y el secretario Luis Almagro aceptó la invitación. Hubo pronunciamientos de gobiernos como el de Mauricio Macri, en Argentina, que condicionaron su apoyo a Evo Morales si la OEA no lo valida. Otros líderes extranjeros también se pronunciaron sobre la delicada situación, mientras que se espera que el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos sesione este miércoles sobre el caso boliviano.
Entre tanto, desde Santa Cruz se encabeza el sexto paro cívco contra Evo Morales, pero este es el primero de duración indefinida y, si no hay solución a la demanda, puede derivar en una convulsión y ahogo a la economía, ya que esta es la principal región del país que produce el 70 por ciento de los alimentos en Bolivia.
La movilización cívica más dura
No hay en la memoria de los últimos 30 años la realización de un paro movilizado indefinido en la primera región económica del país. “De aquí no paramos hasta recuperar la democracia. No hay permiso para tener miedo”, afirmó en el lanzamiento de la medida el presidente del Comité pro Santa Cruz Luis Fernando Camacho.
Consciente de la dureza de la determinación, se la puso en consideración de los dirigentes empresariales, del transporte, de los gremialistas, que una vez más decidieron apoyarla. Para que no afecte a los propios ciudadanos, se ha dispuesto que los mercados atiendan en la mañana pero cierren en las tardes. Habrá restricciones al tránsito vehicular, pero se garantizan los servicios básicos y de emergencia el tiempo que dure el paro. Tras conocerse la medida, hubo colas en los centros de abastecimiento de alimentos y en lo surtidores de combustibles.
A tiempo en que comenzaba el paro, el conteo oficial de los votos había avanzado hasta un 96.78 por ciento, que daba a Evo Morales una ventaja de 9,48 puntos sobre Mesa. Para que el oficialismo evite el balotaje debe ganar con 10 puntos de diferencia.
La posibilidad de que se convoque a un nuevo Cabildo si no prospera el paro indefinido está vigente, según el presidente del Comité pro Santa Cruz, que este martes pidió al candidato a la vicepresidencia y acompañante de Mesa, el cruceño Gustavo Pedraza, comprometerse en público a defender los intereses de Santa Cruz y de Bolivia.
“Este pueblo lo va a poner a usted en el sillón por el que lo eligieron. Prometa que hará respetar al pueblo cruceño”, le dijo el dirigente cívico Luis Fernando Camacho al vicepresidenciable de la oposición que ha conseguido más votos como dupla de Mesa.
“Mi único pensamiento es trabajar por este pueblo, que es la síntesis de la bolivianidad. Me comprometo a no defraudar la confianza. No nos van a robar el triunfo del 20 de octubre. Empieza una lucha intensa y continua. Este tiempo es nuestro y no es una elección cualquiera.Vamos a luchar contra los tiranos que nos quieren robar la victoria”, sostuvo Gustavo Pedraza.
Fuente: Infobae.com (Tuffí Aré Vásquez), Foto: AP