El Ministerio de Salud Pública, a través de su Dirección General de Vigilancia de la Salud, emitió la alerta epidemiológica por riesgos y daños a la salud a consecuencia de los incendios en territorio nacional.
Si bien la información es dinámica, en fecha 1 de octubre, INFONA reporta unos 10.820 focos de calor, con riesgos de incendios forestales en los 17 departamentos del país más la capital del país.
La zona de mayor riesgo para los incendios forestales actualmente es el departamento de Presidente Hayes, que registra 3.070 focos de calor. Entre los distritos más afectados de este departamento chaqueño se encuentran Villa Hayes (2.114) y Pozo Colorado (478), seguido por el departamento de Ñeembucú, con 1.475 focos de calor, cuyo distrito más afectado fue Villa Oliva (363); además del departamento de Paraguarí, con 968 focos detectados, siendo el distrito de Caapucú (515) el más afectado; también el departamento de Caazapá, con 729 focos de calor, y el distrito de San Juan Nepomuceno (71) el más afectado.
A esto, acompañan quemas indiscriminadas de pastizales que ocurren simultáneamente en varios departamentos del país, que determinan riesgos para la salud de las personas.
Los efectos a corto plazo que pueden provocar están relacionados a la presencia de síntomas respiratorios y cardiovasculares, sobre todo en personas con enfermedades cardiacas y pulmonares crónicas y que entren en contacto con productos del humo; las intoxicaciones agudas por Monóxido de Carbono (CO2); las quemaduras, otras afecciones tópicas (mucosa ocular, nasal, piel).
En cuanto a los riesgos a corto plazo, aparecen alteraciones ecológicas producidas en el habitad natural de los animales, lo que puede provocar migración de primates desde áreas de riesgo de trasmisión de fiebre amarilla, migración de murciélagos, movilidad de su hábitat de serpientes.
La cartera sanitaria ecplicó que la alerta se sustenta en la necesidad de advertir a la población y al personal de salud del riesgo de incendios forestales en todos los departamentos del país y los efectos a corto, mediano y largo plazo, para intensificar la vigilancia de las enfermedades y organizar los servicios de salud para dar respuesta sanitaria oportuna y adecuada.