La cifra oficial de casos de COVID-19, sin duda subestimada, superó el viernes la barrera de los 300 millones, en momentos en que todos los países luchan contra la propagación de la variante Ómicron e incrementan las campañas de vacunación.
Según cálculo de la AFP con base en balances oficiales, al menos 300.042.439 casos de infección han sido diagnosticados desde que la oficina de la OMS en China registró la aparición de la enfermedad a fines de diciembre de 2019.
El mundo, donde los casos se incrementan desde mediados de diciembre, dos semanas después del descubrimiento de la variante Ómicron en Botsuana y en Sudáfrica, vive en la actualidad una cuarta ola con un récord de contaminaciones registradas.
El aumento de las contaminaciones por ahora no va acompañado de un alza global de muertes, aunque México superó la barrera de 300.000 decesos y el gobierno aprobó el uso de emergencia del molnupiravir, del laboratorio estadounidense Merck, para tratar a pacientes con riesgo de sufrir complicaciones graves.
En México la pandemia obligó a suspender decenas de vuelos y diversas actividades.
Estas cancelaciones se deben a la plaga de positivos entre el personal de las aerolíneas, con 87 pilotos contagiados y decenas de tripulantes aislados a la espera de pruebas.
En Estados Unidos el Tribunal Supremo escuchó este viernes las impugnaciones al intento del presidente Joe Biden de obligar a vacunarse contra el COVID-19 a las plantillas de todas las empresas con al menos 100 empleados.
“Esta es una pandemia en la que ha muerto casi un millón de personas”, afirmó la jueza Elena Kagan. “Es, con mucho, el mayor peligro para la salud pública que ha enfrentado este país en el último siglo. Y esta es la política más orientada a detener todo esto”, agregó.
Scott Keller, ex fiscal general de Texas, que representa a las asociaciones empresariales, dijo que la norma “provocaría el desplazamiento permanente de trabajadores, lo que afectaría a nuestra economía nacional.
Tras meses de llamamientos públicos a las personas indecisas o reacias a recibir sus vacunas, Biden aumentó la presión en septiembre. “Hemos sido pacientes, pero nuestra paciencia se está agotando”, dijo.
Fuente: Infobae.com