La Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), a través de su Dirección de Inteligencia, ejecutó la Operación Tormenta en la zona de Karapã’i, departamento de Amambay, logrando desmantelar una estructura criminal de gran escala dedicada al procesamiento y tráfico de marihuana de alta concentración en THC, presumiblemente destinada al abastecimiento de facciones criminales del Brasil.
Durante el procedimiento fueron intervenidas tres viviendas interconectadas con campamentos clandestinos, que operaban como centros de acopio y procesamiento de grandes volúmenes de droga. La infraestructura contaba con prensas industriales, congeladoras, zarandas, molinos, balanzas electrónicas y más de 500 garrafas de gas butano y propano, utilizadas para procesos de extracción química avanzados.
Incautaron igualmente durante el procedimiento, más de 12 toneladas de marihuana picada y prensada incautadas, marihuana en diversas fases de preparación: picada congelada, en polvo y en forma de pasta,
520 garrafas de gas usadas en procesos químicos, además de 19 cilindros metálicos,12 prensas industriales, forrajeras, molinos y otros equipos de procesamiento,3 vehículos incautados: entre ellos, un furgón y un camión tipo Strada.
Además, 4 personas detenida identificadas como Ranulfo Vera Bolaños, Wilfrido Ortega Alonso, Rodolfo Ortega y Bernardino Ortega.
El uso de gases altamente inflamables, como el butano y el propano, revela el alto riesgo y la complejidad técnica del sistema de producción, que buscaba optimizar la concentración y calidad de la droga procesada. Esta modalidad representa una de las formas más peligrosas del narcotráfico, tanto por su toxicidad como por el nivel de explosividad del proceso.
La intervención fue encabezada por el Agente Fiscal Celso Morales, de la Unidad Especializada en la Lucha contra el Narcotráfico, quien lideró las diligencias judiciales.