Dentro del estudio para la reforma tributaria que lleva adelante el Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda, genera preocupación la posible aplicación de un artículo que pretende retener ingresos de las personas no organizadas empresarialmente y que son los que tienen los menores ingresos.
Se trata del artículo 33 del proyecto que establece que el contribuyente del Impuesto a la Renta Empresarial (IRE) deberá practicar la retención del impuesto a las personas no organizadas empresarialmente, cuando aquél adquiera bienes de pequeños acopiadores, productores rurales, recicladores; o cuando contrate servicios en el rubro de la construcción, como albañiles y electricistas, y labores de campo en establecimientos agropecuarios, lo que incluye a los propios agricultores, obrajeros o capataces de estancia.
El documento refiere que “la base de retención será el 30% del monto pagado, monto sobre el cual se aplicará la tasa del 10% y constituirá pago único y definitivo”. Esto quiere decir que, de aprobarse la Ley, la retención será de un nivel del 3% de los ingresos de los sectores mencionados. Es decir, se pretende retener parte de sus ingresos a trabajadores que menos dinero ganan.
Se pretende que estas personas se inscriban y teóricamente entren en un sistema en donde van a pagar 20 mil guaraníes al mes de impuesto de renta, pero por regla estás personas van a tener que facturar con IVA, y cuando facturen con IVA todas las empresas ganaderas, industrias, que son todas retentoras de IVA, les van a tener que retener el IVA.
Según algunos analistas esto es una reforma desesperada que busca a cualquier costo sólo recaudar más sin pretender reducir el gasto público, ni tampoco ejercer un mayor control para evitar la evasión impositiva.