El senador liberal Dionisio Amarilla salió al paso de las acusaciones sobre su supuesta participación en un intento de soborno a periodista y aseguró que el escándalo en el que se encuentra envuelto es a raíz de querer ayudar a su amigo, Oscar Chamorro Lafarja, dueño de la empresa Security Service Tecnology, cuya adjudicación por parte de IPS para el servicio de seguridad fue anulada por el Ejecutivo.
El parlamentario aseguró que cuando llamó a su amigo para evitar la recisión de contrato con la empresa de Chamorro Lafarja se refería a la empresa TIGO y no a empresas estatales. Aseguró que su única intención fue ayudar a un amigo para superar los «ataques mediáticos» que sufía. «Yo le sugerí que hable con María Luz Peña para que le asesore, pero jamás supe que ella convocaría al periodista en su oficina», explicó.
Dijo que ni siquiera conocía al comunicador personalmente, y que en ninguna grabación se puede escuchar que el hable de dinero ni de hablar con funcionarios del estado.
Pese a su descargo, varios legisladores mencionan aplicación de la pérdida de investidura y el presidente de su partido, Efraín Alegre anunció que impulsará su expulsión de filas partidarias.