La dictadura declaró «persona non grata» a Daniel Martín Kriener, por sus «recurrentes actos de injerencia» luego de que fuera al aeropuerto a recibir a Juan Guaidó el lunes pasado.
El alemán fue uno de los diplomáticos de más de 10 países que llegaron temprano el lunes 4 de marzo al aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía para recibir al presidente interino Juan Guaidó en su regreso al país, tras su gira sudamericana.
La presencia diplomática buscaba garantizar su llegada ante las recurrentes amenazas del régimen de encarcelar al opositor.
Aunque la Cancillería chavsita no hace mención a este gesto de respaldo, señala en un comunicado que «considera inaceptable que un representante diplomático extranjero ejerza en su territorio un rol público más propio de un dirigente político en clara alineación con la agenda de conspiración de sectores extremistas de la oposición».
Además, añadió que las actividades de Kriener «contravienen» las normas esenciales de las relaciones diplomáticas. Sus actividades, «incluso contradicen el claro criterio expresado por el propio servicio jurídico del Parlamento federal alemán, que ha establecido mediante informe público que la posición del Gobierno alemán en la actual coyuntura política venezolana constituye un acto de ‘injerencia ilícita’ en asuntos internos», agregó.
El Gobierno de Maduro aprovechó entonces para advertir que no permitirá «acciones de representantes diplomáticos que impliquen una intromisión en asuntos» de Venezuela.
Manifestó también su disposición de mantener «una relación de respeto y de cooperación con todos los Gobiernos de Europa», para lo que considera «indispensable que adopten una actitud de equilibrio constructivo que (…) faciliten una solución pacífica y dialogada entre los actores políticos venezolanos».
Fuente: Infobae.com