La Comisión de Familia y Tercera Edad de la cámara baja dictaminó por el rechazo del proyecto de Ley “De pensión para niñas, niños y adolescentes víctimas colaterales de feminicidio”, presentado por el Senador Derlis Osorio y que cuenta con media sanción del Senado y será analizado hoy en la cámara baja.
A criterio de los integrantes de la Comisión, pese a que el fundamento del proyecto especifica la necesidad de paliar en parte el daño ocasionado a los menores, con ello se fomenta aún más este crimen contra las familias.
Cabe destacar que inicialmente, el documento argumenta que “tiene como finalidad paliar” la situación de vulnerabilidad en la que quedan los niños y adolescentes al momento en que su padre o madre homicida es condenado a cumplir penas privativas de libertad”.
Se dispone que la reparación será desde el momento en que el juez o la jueza competente en asuntos de familia, designe la persona a cargo de la cual quedarán estos niños, ya sean curadores, tutores o encargados.
“Estamos convirtiendo a los menores en objetos y no en sujetos, porque lo estamos viendo como una mercancía, debido a la pensión que va estar recibiendo», señaló el diputado Freddy Tadeo D´Ecclesiis.
Indicó que lo correcto es combatir el flagelo y luchar contra este mal, que está afectando a muchos hogares.
Dijo que incluso, el padre o madre, al contar con este beneficio, va dejar de pensar en quien se hará cargo de sus hijos si hace esto, porque al cometer el crimen, estará garantizado su futuro.
«Buscando hacer un bien, podemos llegar a fomentar aún más este mal. Independientemente de ello, también implica una desigualdad e inequidad contra otros huérfanos por otros factores, sin llegar a mencionar el impacto socioeconómico que ello significa”, señaló D´Ecclesiis.
“No podemos estar subsidiando a las víctimas de todos los eventuales crímenes cometidos contra las mujeres, porque estaríamos dando a entender que las instituciones, en su inoperancia, no encuentran mejor forma que subsidiar la falta de resultados en sus gestiones. Muchos de los casos que acabaron en feminicidio eran prevenibles, casos en los cuales las alarmas de las instituciones no sonaron y que, si tan solo hubiera sido diferente, tal vez, se hubiera salvado una vida”, concluyó.