Un operativo de requisa general dentro del penal, se llevo acabo en el Centro de Rehabilitación Social (CERESO) de Encarnación descartando la existencia de algún explosivo. Los intervinientes incautaron armas blancas de fabricación casera y aparatos celulares.
Autoridades penitenciarias y policiales procedieron a la intervención, que se realizó sin resistencia de parte de los internos, con el objetivo de mantener la seguridad y garantizar la calma a la población penal.
Tras la intervención todos los privados de libertad pertenecientes a la facción criminal PCC fueron trasladados a un pabellon de mayor seguridad, preparado especialmente para estos internos, donde estarán sujetos a un regimen diferente.
La intervención se realizó de manera conjunta con la Policía Nacional donde participaron 200 efectivos pertenecientes a la Agrupación Especializada, criminalística, antiexplosivistas con canes antibomba y agentes penitenciarios.
El Ministerio de Justicia junto al Ministerio del Interior y la Policía Nacional están abocados a un trabajo coordinado a fin de evitar hechos de violencia en las penitenciarías.