Los senadores Patrick Kemper y Víctor Ríos presentaron un proyecto de Ley que tiene por objetivo despenalizar el cultivo, la cosecha y el procesamiento del cannabis o marihuana siempre que sea para uso medicinal, en inmuebles autorizados por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
El proyecto pretende modificar los artículos 30 y 33 de la ley 1340/88 que reprime el tráfico ilícito de estupefacientes, de tal manera que aquellas personas que precisen de la planta, o los representantes legales de éstas, estén exentas de pena alguna por sembrar y procesar la marihuana para uso exclusivo medicinal.
Los artículos del proyecto establecen que aquellas personas que precisen del autocultivo del cannabis deberán indefectiblemente contar con un certificado médico que deberá estar visado por el Ministerio de Salud Pública, el cual certificará que el paciente padece alguna dolencia tratable con el aceite de cannabis.
En la exposición de motivos, Kemper y Ríos exponen que el derecho a acceder al autocultivo del cannabis con fines medicinales “es parte integrante del derecho humano a la salud, ya que pretender obligar a humildes ciudadanos a comprar el aceite de cannabis importado a precios estratosféricos, dista mucho de otorgar oportunidades iguales a las personas que necesitan de esa medicina”.
En ese sentido, los legisladores mencionaron en el documento presentado ayer en mesa de entrada del Senado, que el aceite de cannabis autorizado a importar llegó en dos presentaciones con precios de G. 1.800.000 para tratar la epilepsia refractaria y G. 1.314.000 para patologías como la esclerosis múltiple, cáncer de huesos o páncreas, entre otros.
En el documento se exponen legislaciones en países de la región y comentarios de varios médicos. El neurólogo pediátrico Víctor Gaona había expresado públicamente que se ha observado tras el tratamiento con cannabis una mejora del estado general con mejor alimentación y calidad del sueño, mejor manejo del dolor y disminución de las crisis de las convulsiones.
El especialista indicó que los padres no pueden esperar y es así que deciden probar a medicar a los niños con aceite cannábico ya sea a través del permiso de importación legal del medicamento o de la elaboración casera del producto a través de la planta.
En tal sentido, también el director del Centro de Adicciones, Manuel Fresco, manifestó que la elaboración casera de los productos en nuestro país, no es inusual. Comentó que el cannabis es conocido por sus propiedades anti convulsionantes, analgésicas y antiinflamatorias por lo que muchos paraguayos están acostumbrados a aplicarse fricciones sobre la piel de un preparado de marihuana disuelto en alcohol.